El segundo trimestre ha comenzado y es posible que nuestros hijos terminaran el primero con algún suspenso. Cuando esto ocurre debemos analizar la causa del suspenso y, de esta manera, podremos tomar las medidas adecuadas para que no vuelva a ocurrir.
Los expertos explican que los castigos o los dramas no son efectivos a largo plazo y que la clave está en conocer el porqué de lo ocurrido para que, así, un “fracaso” puntual no se vuelva a repetir.
La mejor manera de ayudar a nuestros hijos en un proceso escolar es estar al día de sus actividades (qué temáticas están dando, cómo evolucionan en clase, si tienen alguna dificultad con alguna asignatura en concreto…). Todo esto es más fácil de conocer si mantenemos una relación fluida con el profesorado y no solo acudimos a reuniones con cuando algo anda mal.

¿Por qué mi hij@ ha suspendido la asignatura?
En ocasiones, nuestros hijos responden a esta pregunta con afirmaciones tales como: “Mucha gente ha suspendido” o “El profesor me tiene manía”. Es posible que detrás de un suspenso se esconda un problema mayor tal como falta de motivación, problemas de ansiedad, dificultad de aprendizaje… El curso en el que se encuentre nuestro hijo puede hacer que las razones sean muy diferentes entre sí, al igual que cambios bruscos en el ambiente del niño (cambio de profesores, compañeros, colegio…) pueden repercutir de manera negativa en él. Es importante que ayudemos a nuestros hijos a aceptar su responsabilidad, pues en la mayoría de los casos los suspensos se deben a falta de estudio.
Convertir el suspenso en una oportunidad de mejorar
Como hemos comentado al principio del post, no debemos dramatizar el momento del suspenso. Según los expertos, debemos aprovechar para trabajar la motivación y mejorar las técnicas de estudio.
Un suspenso a principio de año no significa fracaso escolar, puesto que este se define como la incapacidad para alcanzar los objetivos marcados por las autoridades educativas en la enseñanza obligatoria o, lo que es lo mismo, abandonar el centro escolar sin haber obtenido ningún título académico.
Ayudarles a estudiar
En ocasiones ocurre que nuestros hijos no tienen una rutina de estudio o no saben realmente cómo estudiar. Para ello existen las clases de apoyo, donde se crean rutinas de estudio para enseñar a los niños cómo estudiar y preparar un examen o asignatura.
Si tu hijo necesita una ayuda extra con alguna asignatura, no importa el nivel de estudio, contacta con nosotros, estaremos encantados de ayudaros en el proceso.