Como cada mes, en Integra Educatio realizamos una actividad de convivencia con nuestro alumnado de español procedente de CEAR Andalucía (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) y el CAR (Centro de Acogida a Refugiados). Los objetivos generales de estos talleres son celebrar el encuentro humano y la diversidad, compartir e intercambiar las habilidades competitivas, organizativas y artísticas, fomentar la participación y la motivación en un contexto de convivencia, favorecer la participación individual y grupal a través de la comunicación verbal y no verbal, desarrollar el trabajo cooperativo y extender los vínculos amistosos.
Sin embargo, cada actividad de estos talleres mensuales que llevamos a cabo tiene unos fines específicos. En este caso, son conocer las emociones a través de diferentes actividades artísticas, creativas y multimedia, desarrollar habilidades para ser conscientes de los pequeños detalles felices que hay en nuestra cotidianeidad y practicar la “risoterapia” como dinámica para mejorar el estrés y descargar las emociones.
¿Qué hemos hecho en IEDH?
El Departamento Sociocultural diseñó diversas actividades encaminadas, en definitiva, a celebrar una emoción tan bonita como la felicidad y promoverla en la clase. Esto se hizo mediante un aprendizaje integral, humanístico, inclusivo y holístico, características intrínsecas a nuestro concepto de educación.
De esta manera, se desarrollaron actividades propiamente académicas para trabajar todas las destrezas del idioma. Sin embargo, esto se realizó al tiempo que se promovía la participación individual y grupal, así como el desarrollo de la imaginación, el trabajo cooperativo y la creación artística. Todo ello, en aras de extender los vínculos amistosos entre los participantes.
En primer lugar, se introdujo la actividad abordando el vocabulario de las emociones. Se preguntó al alumnado cómo se sentían ese día para comprobar el léxico con el que contaban y, así, hablar sobre las emociones y los sentimientos. Una vez realizado este calentamiento, se repasó este contenido mediante una presentación de PowerPoint gráfica y visual.
En él, se mostraron las emociones básicas con el verbo estar, haciendo hincapié en el género y número. Para niveles superiores, se expusieron estas emociones básicas y algunas otras complementarias, añadiendo el verbo sentirse. A partir de esta introducción, se habló de la felicidad en general. Con los niveles más altos, se propuso realizar en plenaria una definición del sentimiento de la felicidad. Finalmente, se explicó el día que se celebra y por qué y la importancia de intentar buscar la felicidad, que no solo está fuera, sino dentro de nosotros mismos.
“¿Qué te hace feliz?” fue el título de la segunda actividad. El objetivo fue tratar aquellas pequeñas cosas que nos hacen feliz en nuestro día a día, para ser conscientes del bienestar que podemos encontrar sin tener que ser ambiciosos. Para niveles inferiores, se intentó realizar un brainstorming de acciones que al alumnado le hacía feliz. A partir de aquí, se llevó a cabo la actividad de “La escalera de la felicidad”. De forma individual o grupal, debieron colocar acciones o personas en los peldaños de una escalera de importancia, siendo el peldaño más bajo lo más esencial, hasta terminar arriba.
Para niveles superiores, se realizó otra lluvia de ideas de acciones que les hacían felices. Se llevó a cabo, asimismo, la escalera de la felicidad, pero se añadió la elaboración de una tabla, diferenciando qué necesitaban y qué querían para ser feliz, con el objetivo de tratar los verbos querer y necesitar (deseo vs. necesidad).
¡Llegó la hora de reír! La siguiente actividad se basó en un pequeño taller sobre risoterapia, incidiendo en la importancia de reír en nuestro día a día, lo que nos ayuda a deshacernos del estrés, la monotonía y las preocupaciones. Se propusieron diferentes dinámicas, entre las que se encontraban un vídeo de Mr Bean, mirarse y aguantar la risa, hacer reír a los demás, imitar movimientos o sonidos (a la vez o de memoria, añadiendo cada vez más), realizar un dibujo en parejas, un dictado silencioso o el pollito inglés de la risa. ¡Mira el vídeo del final para ver qué bien lo pasamos!
Por último, se crearon murales de la felicidad y se ofrecieron consejos para ser feliz. Respecto al primero, el alumnado escribió en pequeños papeles y/o post-it qué cosas le hacía feliz. En una hoja en blanco y/o cartulina, que podían colorear, pegaron sus papeles. Estos murales se han guardado en las clases para recordar siempre aquellas acciones y/o cosas que nos hacen felices.
En cuanto a la segunda propuesta, el alumnado elaboró un decálogo o guía con consejos para ser más feliz en nuestro día a día. Esta actividad fue más idónea para los grupos superiores, ya que utilizaron estructuras para dar consejos que han estudiado durante el curso. Esta guía y/o decálogo se realizó como un mural o como una pequeña libreta para que siempre lo tengan a mano.